Labios, lengua, frenillo… Los “anillados” y perforaciones en la boca están de moda, pero antes de aplicarse uno de estas piezas de arte corporal conviene ser consciente de que aumentan el riesgo de contraer infecciones y se debe extremar la higiene bucodental.
Para algunos son un signo de distinción o de pertenencia a un grupo. Para otros, un recurso de embellecimiento o una forma de estar 'a la última'. Cada vez más personas deciden insertar aros en su cuerpo, para adornar su aspecto y estar a la moda.
No obstante, antes de anillarse es recomendable conocer bien en que consiste esta técnica y tomar algunas precauciones tan básicas como necesarias par poder "lucirla sin sufrirla".
"Básicamente, el anillado consiste en agujerearse distintas partes del cuerpo para colgarse en la perforación distintos tipos de joyas o piezas metálicas", señala el experto en arte corporal Iván Tirado Mellado. Las zonas anatómicas más habituales donde se efectúan los "piercings" son el lóbulo, la oreja, la nariz, los labios, la lengua, las cejas, el ombligo e incluso los genitales.
"Para el anillado -prosigue este especialista- se atraviesa primero el cuerpo con un aguja y después se coloca en el orificio una joya u ornamento: algún tipo de aro, arco, anillo, bola o cadena. Para perforar las orejas se suelen emplear las pistolas aunque no se pueden esterilizar. Para perforar el cuerpo también se emplean catéteres, y se aplica anestesia mediante pinchazo o aerosol".
"Dependiendo del tipo de anillado, por el ejemplo los que se aplican en la lengua o en el tabique nasal, se coloca una superficie detrás del tejido para que sirva de soporte al perforarlo", explica Tirado Mellado, quien asegura que la cicatrización de un 'piercing' dura algunas semanas.
"Su extracción no suele dejar marcas ya que, al retirar la pieza, el agujero se va cerrando solo con el paso de las semanas", agrega el experto en este arte corporal.
Quien elige decorar su anatomía, perforando distintas partes más o menos visibles de su cuerpo, no sólo corre el riesgo de cambiar de opinión y verse obligado a quitar esas piezas de metal, sino que cada parte de la anatomía requiere una serie de precauciones y cuidados especiales cuando se la somete a uno o varios 'piercings' o anillados.
ANILLOS EN LA BOCA
"Los 'piercings' en la boca se han convertido en una moda entre los más jóvenes y ha aumentando la demanda en los últimos años. Pero esta práctica puede provocar incidencias en la salud como infecciones, dificultades respiratorias o alteraciones en el habla, pero sobre todo, aumenta las probabilidades de sufrir algún problema bucodental", según la odontóloga Mariela Gaviria.
La dentista de la ClínicaVital Dent explica que "los 'piercings' orales colocados en los labios pueden "producir inflamación de la mucosa interna labial y/o los carrillos ya que al realizar la perforación se puede dañar alguna pequeña glándula salival que puede obstruirse y producir acumulación de saliva. Esta inflamación de la mucosa puede ser incluso un proceso doloroso".
"Los "piercings" también pueden causan inflamación de las encías porque la parte que mira hacia el interior de la boca, pese a ser roma, es un objeto extraño dentro de la boca, y su continuo roce con el tejido bucal al hablar o comer, provoca una reacción o mecanismo de defensa en la encía que empieza a retraerse en el lugar de contacto con el "piercing"", afirma Mariela Gavidia.
En lo que respecta al 'piercing' colocado en la lengua, según la odontóloga "al realizar la perforación se puede lastimar una glándula salival, un músculo o incluso un nervio, lo que puede causar inflamación, dolor e incluso pérdida de la sensibilidad y del sentido del gusto".
"A veces quienes colocan estos 'piercings' no tienen el suficiente conocimiento de la morfología y anatomía de la cavidad bucal. La lengua es bastante compleja ya que es un organismo con múltiples nervios y compuesto por más de ocho músculos, por lo que una colocación errónea de estos puede provocar serios trastornos en nuestra boca", afirma la doctora Gavidia.
La experta recomienda a las personas con 'piercings' orales que extremen la higiene bucodental al ser más propensos a sufrir infecciones. "Éstas se pueden producir por complicaciones en la cicatrización de la perforación, puesto que son más difíciles de curar por la humedad de la mucosa oral, así como por la placa bacteriana que se acumula por los restos de comida, ya que el "piercing" dificulta el cepillado", señala.ra la experta también es aconsejable "acudir con mayor regularidad al odontólogo para realizarse revisiones exhaustivas y prevenir así posibles problemas bucodentales
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